Las aplicaciones para teléfonos
móviles han supuesto en los últimos años un auténtico boom para el ámbito de
las tecnologías de la información y la comunicación. En la actualidad, seis de
cada diez internautas las utilizan a diario. Esta expansión ha propiciado una
evolución hacia unas aplicaciones que van más allá del simple entretenimiento.Cualquier idea puede ser exitosa en el ámbito de las apps siempre que resulte de interés y útil para los usuarios. En este sentido, existen aplicaciones especialmente orientadas a facilitar el ahorro de las personas indicando los precios más asequibles en compras y ocio. Sin duda una buena herramienta en tipos de crisis como los actuales.
La salud y el bienestar son dos de los aspectos que más interés despiertan entre los consumidores de aplicaciones móviles. Han conseguido convertir el teléfono móvil en un consejero que nos ayuda a resolver situaciones cotidianas. En este sentido ofrecen soluciones tan variadas como medir la fiebre o el ritmo cardiaco, determinar que alimentos tienen gluten o ayudar a padres primerizos a conocer qué necesita el bebe.
Optimizar el tiempo evitando esperas relacionadas con el transporte público, ayudar a conocer gente, dar consejos de cocina, denunciar comportamientos incívicos, etc. Una infinidad de utilidades destinadas a hacer más cómoda la vida de las personas
